Soltar el control y materializar abundancia es fácil cuando entiendes esto

¿Sientes ansiedad cuando las cosas no salen como quieres?

¿Sientes como si vivieras en una lucha constante con tu realidad, intentando forzar que se den los resultados que esperas y todo encaje en tus planes?

La búsqueda constante de control es el GRAN obstáculo que te está separando de la paz interior, la abundancia en tu negocio y sí, tu verdadero potencial.

Realmente, la necesidad de controlarlo todo solo es un síntoma de una inseguridad profunda.

Una inseguridad profunda que dice:

“Soy menos si no obtengo esto y soy más si lo obtengo”

“Necesito esto para confirmar mi valía y confianza”

“Si esto no consigo esto, no soy nadie”

Hoy te quiero compartir cómo soltar esa adicción al control y empezar a vivir en confianza, con tres claves prácticas que puedes aplicar hoy.

El engaño del control

Todos hemos oído frases como “todo pasa por algo” o “todo está bien como está”, pero a la hora de la verdad, nuestra mente lucha contra lo que ocurre.

  • Sientes el impulso constante de “arreglar” tu entorno, tus emociones, tus resultados.

  • Te obsesionas con hacer, corregir, mejorar, para llegar a algún supuesto punto de equilibrio.

  • La ansiedad aparece cuando las cosas no van según el plan porque crees que si tú no lo haces todo, todo se derrumba.

  • Tu atención vive atrapada en pensamientos repetitivos, emociones reactivas y expectativas que no se cumplen.

  • Cada retraso, cada obstáculo, cada imprevisto... lo tomas como una señal de que algo está “mal” y que tu objetivo no se va a cumplir.

¿Te suena?

Has sentido el impulso de “arreglar” o “moldear” todo a tu alrededor.

Te obsesionas con mejorar las cosas para alcanzar resultados, creyendo que solo así estarás bien.

Tu cabeza está atrapada en un ciclo de pensamientos, emociones y expectativas incumplidas.

Te identificas con retrasos, imprevistos, obstáculos; todo parece indicar que algo en ti (o en el mundo) está “mal”.

La realidad: estás en piloto automático, sobreidentificado con lo que ocurre dentro y fuera de ti.

Y el enemigo no es la vida… es tu compulsión por controlar y al nivel más esencial es tu condicionamiento; la serie de programas y identidades que te enseñaron a adoptar como parte de la sociedad.

Durante mucho tiempo he sido un adicto al control, pensando que si aceptaba las cosas tal y como venían, iba con el flow, y me entregaba, todo caería en caos.

Vivía controlando, exigiendo, planificando compulsivamente, y creyendo que soltar empeoraría mis resultados. Pero me equivocaba.

Cuando aprendí a soltar el control de una vez por todas, normalizar las cinco cifras mensuales en mi negocio se dio con facilidad.

También, cuando mis clientes integran esto les ocurren cosas así:

La verdad es esta:

Todo está bien, incluso cuando duele. Todo es exactamente como tiene que ser.

¿No me crees?

Déjame mostrártelo mediante 3 claves para soltar el control de una vez por todas y paradójicamente recuperarlo.

Despierta tu conciencia

Deja de estar atrapado en tu pantalla interna (pensamientos, emociones) o externa (el entorno, los resultados).

Tu realidad no nace afuera. Nace de tu punto de atención.

Si tu mente está atrapada en la pantalla interna (pensamientos, emociones) o en la pantalla externa (problemas, resultados), vivirás como un personaje dormido dentro del guion predeterminado de tu mente y circunstancias externas.

La salida no es más esfuerzo, sino más presencia.

Haz esto:

Observa.

Di: “Me veo a mi mismo, veo mis pensamientos, veo mi reacción y lo que estoy haciendo. Veo la situación.

“Me veo a mi y a la realidad”

Y desde ese ver… te conviertes en un observador consciente que recupera el poder de elegir su realidad.

Este simple acto cambia tu línea de vida.

Ahí está tu auténtico poder.

Desde ahí, apagas el piloto automático, recuperas tu libertad y tu capacidad de elección.

Cuantas más veces hagas esto, mejor será tu vida.

Deja de creer que lo sabes todo

Cada segundo, tu sistema nervioso recibe aproximadamente 400 mil millones de bits de información, pero sólo alrededor de 2,000 bits llegan a tu conciencia. ¿Qué significa esto? Que la realidad que experimentas es apenas una fracción diminuta del campo cuántico infinito que te rodea.

Tu cerebro filtra la información según tu programación interna: tus creencias, memorias, emociones y percepciones. Es decir, no ves el mundo como es, sino como eres tú.

"Todo lo demás lo descarta, lo ignora… o lo teme."

El cerebro humano está diseñado para la supervivencia, no para la expansión. El sistema límbico y el sistema nervioso autónomo buscan la familiaridad.

Por eso, todo lo que no se ajusta a tu modelo interno de la realidad es percibido como una amenaza, aunque represente una posibilidad de evolución.

La vida te está guiando, incluso cuando no entiendes por qué algo sucede.

Desde la física cuántica, el campo cuántico, esla inteligencia invisible que sostiene toda la vida y este responde a tu energía, no a tus palabras. Entonces, cuando tu estado emocional es uno de creación (paz, intención clara, gratitud y unidad) en lugar de uno de supervivencia ante una situación no deseada, el espejo de la realidad reflejará responderá con más de lo mismo.

Tu error es caer en supervivencia, miedo y neurosis cuando la realidad te presenta algo que no quieres.

Lo que llamas "contratiempo" puede ser un ajuste que te saca de una línea de tiempo incoherente (la actual) y te redirige a una posibilidad más elevada.

Pero si estás controlando desde el ego, no puedes verlo.

Cada ajuste, cada contratiempo, cada ‘error’ contiene una posibilidad que tu mente aún no puede ver.

Aquí entra la mecánica cuántica: en el campo cuántico existen infinitas líneas de tiempo. Cada decisión, emoción o estado mental abre una puerta diferente. Un “error” desde el punto de vista lineal puede ser un salto cuántico desde el punto de vista del campo.

Por eso, muchas veces lo que tu mente no entiende en el presente, lo agradecerá en el futuro.

Si lo controlas todo, no dejas espacio para que ocurra lo que quieres.

Lo que quieres (una nueva posibilidad) sólo puede suceder cuando te sales del camino o guión actual.

Es decir, cuando dejas de predecir el futuro con base en tu pasado. El control es miedo, es una señal de que no confías en la inteligencia superior que te creó. Y si permaneces en miedo, eso es lo que la vida te va a reflejar.

Confía. No desde la fe ciega, sino desde el reconocimiento de que la inteligencia del universo no necesita tu permiso para orquestar lo perfecto.

Esto es fundamental.

La confianza de la que hablo no es pasiva ni ingenua. Es un acto consciente de alinearte con la inteligencia o consciencia universal que nos une con todo.

En la meditación, cuando tu corazón y tu cerebro están en coherencia, esa confianza se siente como una certeza biológica, no como un concepto filosófico.

Entonces no estás esperando que algo sucedasabes que ya está sucediendo, aunque todavía no lo veas.

Suelta la importancia

Cuando algo se vuelve demasiado importante para ti, algo cambia en el campo.

No lo ves, no lo escuchas, pero lo sientes:

Surge tensión, ansiedad, urgencia.

Y con esa vibración… tu realidad comienza a deformarse.

Desde la mirada de Transurfing, lo que ocurre es simple pero profundo:

Le transfieres tu poder a algo externo.

Crees que necesitas que eso ocurra para estar bien.

Y eso genera exceso de potencial en el espacio energético.

¿Resultado?

La naturaleza, que siempre busca equilibrio, responde con fuerzas equilibrantes.

No como castigo, sino como corrección.

¿Y cómo corrige la vida?

  • Poniéndote obstáculos.

  • Enfriando prospectos.

  • Retrasando procesos.

  • Saboteando justo aquello que más deseas.

¿Te ha pasado que cuanto más desesperadamente quieres algo, más se aleja?

No es mala suerte.

Es el mecanismo universal de autorregulación.

¿Y por qué ocurre?

Porque cuando algo es demasiado importante, lo estás viendo desde la carencia, es decir, desde la ilusión de que eres un ser separado.

“Sin esto, no soy feliz.”
“Lo necesito ahora.”
“Tiene que pasar, como sea.”

Esa vibración no atrae, repele.

Actúa como un campo magnético que grita:

“¡Esto me falta!”, y la realidad responde con más falta.

Y no importa si el deseo es noble, legítimo o hermoso…

Si lo cargas de necesidad, estás creando una barrera invisible entre tú y eso que deseas.

Así que no se trata de renunciar a tus sueños.

Se trata de cambiar la forma en que te relacionas con ellos.

Intención sin apego. Deseo sin ansiedad. Elección sin lucha.

Cuando eliges algo desde la certeza silenciosa de que ya eres la persona que vive la realidad que quieres y que ya está en camino, y puedes imaginarlo sin necesidad ni urgencia…

Entonces estás en la vibración del observador creador.

Y en ese estado, el exceso se disuelve.
La realidad deja de defenderse.
Y todo empieza a fluir.

Entonces,

¿Estás listo para empezar a soltar el control?

Aquí tienes tu hoja de ruta:

1. Detente y observa

Cuando notes ansiedad o ganas de controlar, respira y pregúntate:

¿Estoy realmente presente? ¿Dónde está mi atención ahora?”

Hazte el test del observador:

Di en voz alta: “Soy Emil”, “veo mis pensamientos y emociones”, “veo lo que está pasando”, “veo dónde estoy”.

Reconoce que tú eres el observador, no el contenido.

Desde ahí recuperas el poder sobre tu atención y la libertad para elegir.

2. Abrete al misterio

Cuando algo no salga como esperabas, en vez de frustrarte, pregúntate:

“¿Qué beneficio, bendición, oportunidad o aprendizaje me está trayendo esto que aún no puedo ver?”

Di: “Todo está yendo a mi favor aunque parezca que no”, “La vida y el mundo cuidan de mí”.

Aprende a estar cómodo con el caos, la destrucción y la muerte. Solo es la cara de una misma moneda. Lo negativo sirve a lo positivo y viceversa.

Acéptalo y pon tu atención donde quieres.

3. Reduce la importancia

Cada vez que cargues un resultado con demasiada ansiedad, imagina cómo sería tu vida si todo ya estuviera bien sin ese resultado específico.

Recuerda: nada te suma ni nada te quita.

Todo ya es, el resto es un plus.

Confía: Haz tu parte, pero recuerda que hay una inteligencia mayor equilibrando el tablero.

Suelta aquellos resultados que no controlas.

Soltar el control no es resignarse.

Es despertar, confiar y vivir en coherencia con el flujo natural de la vida.

La abundancia, la realización y la paz eligen a quienes tienen el coraje de soltar.

Si te gustaría dar el siguiente paso y profundizar en este trabajo, transformar tu identidad y crear una vida o negocio alineado con tu autenticidad, podrás escribirme aquí o aplicar a una sesión de desbloqueo subconsciente gratuita.

Mucho amor,

Emil.